Comprendo tu frustración con la caligrafía
Cuando yo estaba empezando en el mundo de la caligrafía fue muy difícil y casi frustrante
Buscaba por internet pero no encontraba información completa sobre los diferentes estilos, cómo hacer ciertos trazos o cómo empezar en este mundo de manera general.
La verdad, me sentía bastante perdida y me llevó bastante tiempo finalmente encontrar mi camino y ver mejoría.
Es por esto que en los últimos años me he propuesto enseñar y compartir el arte de la caligrafía artística con mis cursos online y talleres presenciales
Un poco sobre mi historia personal…
Me especialicé en la carrera de Dirección y Gestión Empresarial y en esta misma rama trabajé y realicé estudios superiores. Sin embargo sentía que mi verdadera pasión no estaba ahí…
Desde pequeña fui amante de los colores y las manualidades, mis padres siempre me inscribían en talleres de pintura porque veían lo feliz que era ahí.
Recuerdo que siempre soñaba con tener una de esas cajas de lápices de colores tan grande y variada que cuando la abres parece que tengas un arcoíris en tus manos. Finalmente logré ahorrar y compré una caja más pequeña; fui la niña más feliz del mundo, mis ojos se iluminaban cada vez que la abría.
Al pasar los años nunca dejé mi cuaderno de dibujo y pintura y, aunque no soy la mejor en el dibujo y la pintura, me divierte mucho y me hace muy feliz.
Mi historia con la caligrafía…
La caligrafía llegó a mí por el mundo de las invitaciones de boda. Inicialmente lo tomé como un hobby pero rápidamente me propuse aprender como fuera y no parar hasta conseguirlo. Nació en mi un ímpetu y una determinación que pocas veces había sentido.
Mis primeras letras fueron unas mayúsculas de una plantilla que encontré al azar. Me llamó mucho la atención su elegancia y decoración. ¡Me quedaron terribles!
Me inspiro mucho en las enseñanzas de Eleanor Winters y su libro “Mastering Copperplate Calligraphy”, que es mi Biblia de caligrafía.
Valoro mucho el trabajo de calidad y bien hecho, por eso me he entrenado y lo sigo haciendo cada día, porque la caligrafía es un arte que hay que practicar constantemente para mantener la excelencia.